Se han realizado investigaciones para maximizar la calidad del valor nutricional del frijol, teniendo en cuenta las grandes deficiencias de hierro y zinc en la población humana, y así entender cómo los niveles de fertilización del suelo con altas y bajas concentraciones de fósforo, intervienen en el desarrollo del cultivo. Se evaluaron 40 genotipos arbustivos y se sembraron con distintos tratamientos de fertilización, obteniendo como resultado diferencias significativas en las concentraciones de minerales en las diversas variedades[1]. De la misma manera se han realizado extensas investigaciones, iniciando programas de mejoramiento utilizando selección asistida por marcadores, con el fin de incorporarle al frijol comercial, genes Co-5 y Co-4. Todo esto para conseguir una resistencia a antracnosis (Colletotrichum lindemuthianum) que es una enfermedad que puede generar perdidas significantes y que limita el crecimiento de la planta y conlleva a grandes pérdidas económicas. Para esta investigación se utilizó como parental G2333, y se logró implementar la selección asistida con marcadores para la antracnosis.
[1]
astudillo y blair, «contenido de hierro y
cinc en la semilla y su respuesta a nivel de fertilizacion con fosforo en 40
variedades de frijol».
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